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Diócesis de Zárate – Campana

Por la tarde del pasado domingo 27 de abril – fiesta de la Divina Misericordia-, Monseñor Sarlinga presidió la misa de acción de gracias por la canonización de Juan Pablo II y Juan XXIII, en el Centro Misional del barrio Siderca: “San Antonio Maria Claret y San Juan Pablo II” – sito en el partido de Campana.  De la celebración participó el Vicario General de la diócesis Mons. Ariel Perez – que ese día cumplía ademas 23 años como sacerdote-, el rector del Seminario Diocesano San Pedro y San Pablo: Pbro. Hugo Lovatto, el diácono permanente Pedro Bruno, el padre Juan Jose, el padre Tomas, y cuatro seminaristas: Alejo Moreno, Juan Pablo Roses Aubone, Martin Gallo. y Martin Evangelista.

El padre Tomas, pertenece a la pquia, Ntra. Sra. de la Paz  de Olivos -diócesis de San Isidro- de la cual es oriundo el grupo misionero que desde hace años misiona en la zona del centro misional.

Estuvieron presentes ademas numerosos miembros de la comunidad del centro misional – y del grupo misionero de Olivos- , de la Catedral Santa Florentina, de capillas y parroquias de Campana, religiosas, miembros de movimientos laicales diocesanos y fieles de diversas ciudades de la diócesis.

Durante la misa, los niños de catequesis leyeron, de a uno por vez,  frases de San Juan Pablo II relativas a distintos aspectos de la vida cristiana.

La celebración litúrgica se realizó al aire libre en un escenario especialmente armado para la ocasión; y concluida la misma hubo shows musicales y comida asada para compartir.

Homilía del Obispo 

Monseñor Sarlinga comenzó dando gracias a Dios por la hermosa comunidad que se está formando en la Capilla del centro Misional. Luego expresó su gratitud a los misioneros que habían estado trabajando en la zona, explicando que era un centro misional que forma misioneros y sale hacia el encuentro de los demas. Destacó la labor misionera en el lugar, de un grupo que viene desde hace años, desde Olivos, de la pquia. Ntra. Sra. de la Paz, junto al padre Tomas , de la diócesis de San Isidro
Manifestó que: “Todas nuestras ciudades, toda nuestra región requiere de misión, programática y paradigmática (como nos dice el documento de Aparecida y también el Papa Francisco). La dimensión transversal de la misión en toda la vida cristiana, es la tenemos que asumir .”
Prosiguió haciendo alusión a la misa de Canonización de Juan Pablo II y Juan XXIII, y a las palabras de Francisco sobre las llagas de Jesús : “Debemos colocar nuestras propias llagas, nuestras heridas abiertas en las de Jesús; llagas abiertas del desencuentro, incomprensión, aspectos grises tirando a negros de la historia personal, de la vergüenza, del alejamiento, de no haber cosas, de la injusticia, del ser querido que partió, …..son llagas abiertas que supuran de desesperanza….. Si hay desesperanza, es por que las llagas supuran. Pongámoslas dentro de las heridas abiertas de Cristo, que ahora son de luz, brillan para esa potencia regeneradora de hacernos creaturas nuevas. ¿ Me pregunto si lo creemos? Intelectualmente si, pero esto implica un caminar vivencial en el que todavía nos falta comprometernos un poco mas.”
Continuando con lo sucedido en las celebraciones en el Vaticano por los dos nuevos Santos, Monseñor Oscar hizo referencia a frases con las cuales caracterizaron a cada uno de los Papas: Juan XXIII : “El guía – de la Iglesia , de la humanidad- guiado – que se dejo guiar, por el Espíritu Santo- , y Juan Pablo II como el Papa de las familias – con todo lo que significa, porque la misma Iglesia es familia de Dios”.
Concluyó encomendando a todos a la protección de nuestra Madre, la Virgen María.

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