En el Domingo del Buen Pastor nuestro Obispo Mons Oscar D. Sarlinga concurrió a la parroquia de Manuel Alberti, en el partido de Pilar, donde tuvo un encuentro previo con las familias de los 350 confirmandos (quienes recibirán el sacramento de la confirmación el próximo 18 de mayo) alumnos todos del colegio “María Madre Nuestra”. Lo acompañaron el cura párroco, P. Antonio, el P. Mauricio Aracena y seminaristas del Seminario “San Pedro y San Pablo”. Luego el Obispo presidió la celebración eucarística en una muy repleta iglesia parroquial de Santa Rosa de Lima, en el mismo M. Alberti. El vasto templo, en forma de “tienda de campaña” tiene capacidad para 1.200 personas, y se encontraba colmado de las familias de las barriadas cercanas, muy contentas de haber sido invitadas a la celebración. Los dos representantes legales del colegio (entre los cuales el Prof. Héctor Mila, también moderador de la JuREC -junta regional de educación católica-) y los directores de primaria, secundaria y terciaria, participaron de la celebración, y además los integrantes de la asociación scout católica, y mucha juventud, entre ellos numerosos ex-alumnos del colegio, en un grupo que está en formación (asociación de exalumnos del colegio María Madre Nuestra). El P. José María Jaime Burgmeister, interno en el Hogar Sacerdotal de los Misioneros de la Sagrada Familia, también concelebró en la misa dominical.
Mons. Oscar Sarlinga, en su homilía, se dirigió primero a los niños de catequesis de inciación (que colmaron el área circundante al presbiterio) y, haciéndoles preguntas, y suscitando su respuesta, les explicó por qué Jesús usa la imagen del “Pastor”. De hecho, en el colegio María Madre Nuestra (al que concurren) existe también crianza de animales, para las distintas actividades extracurriculares e interactivas, y también crianza de ovejas, razón por la cual fue más fácil explicar esa figura del ambiente cultural de Jesús. Dijo que “el Verbo que se hizo Hombre asumió la vida concreta de su país y sus contemporáneos, y desde esa realidad nos explicó el misterio del Reino de los Cielos; en ese contexto tenemos que ver por qué se denominó a sí mismo, “Yo soy el buen Pastor”. Luego señaló Mons. Sarlinga que el “triple munus….. o las tres dimensiones de la vida cristiana, a saber, enseñar, pastorear y santificar, se realizan en todo el Pueblo de Dios, también en los laicos, por ejemplo, cuando los papás y mamás enseñan a rezar a los niños, están realizando el ministerio de enseñar, y el de santificar, cuando los educan, están realizando, en un sentido, el ministerio de pastorear….”. Esto dicho, añadió el Obispo, existe el sacerdocio ministerial, que es distinto, como nos dice el Concilio Vaticano II (cf. Lumen gentium 10) pero que es distinto no por mayor dignidad de las personas que son llamadas, porque somos “hombres tomados de entre los hombres” sino que lo es porque compartimos el ministerio de Cristo en tanto “Cabeza de la Iglesia”, entendida como “el primero en asumir el sufrimiento redentor, la cabeza que se pone a servir y a lavar los pies (como nos enseñó el Papa Francisco con su último gesto del Jueves Santo, en el la penitenciaria de menores), como “quien preside” en la caridad ardiente, hasta que duela, hasta que nada nos quede por compartir, hasta “gastarnos y desgastarnos” por Amor a Cristo y los hermanos”. Luego pidió Mons. Sarlinga oración especial por el Papa Francisco y su misión, y les dijo a los jóvenes que recibirán la confirmación que podían escribirles algunas líneas en las que le expresaran su cariño y afecto, puesto que muchos habían pedido cómo podían hacerle llegar. También dejó a la parroquia, cuyo párroco es el Padre António, originario del Paraguay, una hermosa foto del Papa, que fue distribuida en la última Asamblea episcopal, así como también distribuyó algunas entre los grupos apostólicos de la parroquia. El obispo pidió oración por el aumento, perseverancia y santificación de las vocaciones sacerdotales, religiosas, misioneras, laicas consagradas y matrimoniales en la diócesis de Zárate-Campana y en la Iglesia universal, y en especial destacó que el Espíritu ha suscitado un creciente florecimiento de vocaciones sacerdotales, que no se debe de ninguna manera a nosotros, ni siquiera a nuestro esfuerzo, sino a la gracia abundante del inmenso Amor de Cristo. Esto se expresa, dijo, “en la hermosa realidad del Seminario “San Pedro y San Pablo”, sito en Campana, donde 31 jóvenes se forman para la vida sacerdotal, y algunos más, vocaciones más adultas, culminan su formación (luego de Seminario) en parroquia. Los niños y los jóvenes se interesaron mucho en el mensaje del Buen Pastor, y a la salida de la iglesia numerosos jóvenes también expresaron su voluntad de formar un grupo de exalumnos del colegio “María Madre Nuestra” a lo cual el Obispo los alentó, así como a los scouts católicos y a la creciente “Infancia misionera” de esa parroquia de Santa Rosa de Lima, de la localidad de Manuel Alberti, de 40.000 habitantes, dentro del partido de Pilar, en la diócesis de Zárate-Campana. La Jornada del Buen Pastor también fue celebrada con mucha participación de fieles en la iglesia concatedral de Belén de Escobar, y presidió la eucaristía el párroco de la parroquia de la Natividad, el padre Albino Cabral.
Al término de la Eucaristía, y luego de saludar a tantos concurrentes a la misa, el Obispo, los sacerdotes, y los directivos del colegio se dirigieron a las instalaciones de éste, donde los esperaban reunidos muchos integrantes de las famlias de los confirmandos, y donde todos juntos compartieron un ágape fraterno, en un clima familiar, cordial, eclesial.
En esta jornada nos unimos en oración muy especialmente por el Santo Padre Francisco, nuestro Obispo, sacerdotes y seminaristas del Seminario San Pedro y San Pablo.
En esta jornada nos unimos en oración muy especialmente por el Santo Padre Francisco, nuestro Obispo, sacerdotes y seminaristas del Seminario San Pedro y San Pablo.