“El corazón del catequista vive siempre este movimiento de “sístole y diástole”: unión con Jesús y encuentro con el otro. Son las dos cosas: me une a Jesús y salgo al encuentro con los otros. Si falta uno de estos dos movimientos, ya no late, no puede vivir. Recibe el don del Kerigma, y a su vez lo ofrece como don “ Papa Francisco
Queridos Catequistas:
Estar con Jesús y salir al mundo para anunciarlo. Esa es nuestra misión. Que el Espíritu Santo, en este tiempo de grandes desafíos, los sostenga en la alegría de quienes anuncian la Vida.
Pbro. Fernando Crevatín
Delegado Diocesano para la Catequesis