Diócesis de Zárate – Campana

Palabras de bienvenida del Card. Battista Re

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El representante del Papa en el Congreso Eucarístico Nacional, cardenal Giovanni Battista Re -antes de comenzar la celebración de la misa de apertura- saludó a los congresistas, coordinadores, autoridades, y “de manera particular a los jóvenes que, reunidos en el Espacio joven, buscan experimentar vitalmente la presencia real y sustancial de Cristo en la Eucaristía”.

“Que este encuentro los anime a que, fascinados por Él, se animen a asumir el desafío de la conversión y se lancen a la transformación de la Patria del Bicentenario”, les deseó.

También, manifestó que el Congreso “es un momento de gracia en la vida eclesial, una gran fiesta de la fe, y un momento cargado de historia civil por el Bicentenario de la declaración de Independencia de la Argentina”. “Este aniversario nos compromete a construir juntos un futuro en justicia, concordia, solidaridad y paz”, dijo.

Asimismo, expresó su honor de representar al papa Francisco, quien “con su mente y su corazón, está aquí con nosotros y acompaña con sus oraciones y su bendición estas Jornadas Eucarísticas”, aseguró.

“Al papa Francisco va la expresión de cariño de todos nosotros y la certeza de nuestra fidelidad y obediencia a su orientación espiritual”.

Finalmente, el prelado vaticano pidió que “el Congreso Eucarístico que esta tarde inauguramos nos ayude a entender cuánto nos ha amado Cristo, donándonos la Eucaristía, presencia de Dios en nuestra vida y en la historia humana, ‘herramienta para crecer en una convivencia fraterna y comprometida con el bien común, y así alentar el paso de habitantes a ciudadanos’”.

“Queremos adorar y agradecer a Cristo nuestro Señor, presente bajo los velos del pan y del vino, convencidos de que necesitamos de Él, porque sin Dios no hay futuro. Nuestro mundo contemporáneo, marcado por un gran progreso, que hizo más confortable la vida, experimenta un vacío interior, que manifiesta la ausencia de Dios y la gran necesidad que tenemos de Él. Sin Dios, el hombre y la mujer no se realizan a sí mismos y no mejoran la sociedad. Por esto decimos: Jesucristo, Señor de la historia, Te necesitamos”, concluyó.+

Fuente: AICA – jueves 16 de junio.

 

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